a mi diestra
la linda y sufrida Magdalena, lamiéndome un dedo...
a mi siniestra
estatuas de sal y en mis bolsillos, pimienta."
-¡sirva otra vuelta, Papacho!, de ese agridulce licor de rameras
y cámbieme el cenicero
que ya desborda de cenizas...y poemas-"
a mi diestra
Santiago acaricia su guitarra a la orilla del paño de sus sueños
y toma sol, así, directo de la botella...
a mi siniestra
se ramifica la muerte, enredadera,
y Lázaro ya no se levanta, no anda
por más que lo bañe en risas y cervezas...
mi diestra se pone siniestra
(alcoholes, piedras, en la sangre-hielo)
el pulso de la noche es lento y el zurdo ama a su prójimo tanto
como le duelen los pies
resecos de cruzar tanto desierto.
a mi diestra
Magdalena se traga gratis mi sexo
a mi siniestra
los días se van muriendo,
muriendo
en un maldito hospital.
Besos a diestro y siniestro
ResponderBorrar¡Guau! Había desaparecido un tiempo, pero veo que las cosas por aquí se han superado bastante...
ResponderBorrarMe ha gustado mucho el poema...
Roxanne
Pd: tal vez respirando Buenos Aires, en algunas semanas...
Pd2: ¡Felices fiestas!
Erker, hijueputas, sos el mejor retratista de Maldita Ginebra.
ResponderBorrarUn abrazo ambisiniestro
Tremendo delirio
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