dejandome atrapar

completamente rodeado, las manos en alto...
negocio mi soledad, me dejo atrapar
noche tras noche deje rastros de sangre
marcas de fuego para que encuentren mi
aguantadero de sueños añejos, mi bar
abierto para el que sepa entrar,
servirse la copa necesaria para volar,
jugar y jugarse, dejarse llevar...
brindo con mi suerte, fumo con mi
nocturna tristeza entre mates lavados y
algun blues accidental, que se cae de la radio
que se me hace piel, que me invita a flashear.
mujer de ojos pajaros, niño de oscura ternura
par de pares, yunta de bueyes, tirando del
viejo lobo entristecido por la asfixia de
tanta ausencia, tanto amor perdido
en este mar de amar y naufragar...
les guardo la mesa mejor, lustro las
copas y habilito el reservado de mi bar,
nocturno brasero de palabras
que incendian los papeles vitales
de la helada antipoesia que aniquila los dias...
aqui los espero, con las manos en alto...
dejandome atrapar